En estas áreas es muy común encontrar vendedores ambulantes, pero en muchos casos, no solo son personas adultas quienes trabajan; también hay niños y niñas vendiendo productos, pidiendo limosna y ofreciendo servicios de limpieza para los carros. Reintempretando este monumento, esta pieza busca abordar el tema del trabajo infantil, un asunto complejo que no se resolverá simplemente deseando que desaparezca. Existen múltiples factores implicados, como la pobreza, el acceso limitado a la educación, el adultocentrismo, la trata de personas, la discriminación, y la falta de apoyo para madres o padres que no tienen con quién dejar a sus hijos mientras trabajan, entre otras muchas injusticias. Este es el escenario de un pequeño cuento titulado “La Bella Protesta”, donde estas siete niñas y niños confrontan su realidad y deciden alzar la voz para ser escuchados. En lugar de continuar trabajando, deciden jugar y cantar. La lluvia se convierte en su cómplice.